Desde que la moda, muy positiva por cierto, de la comida saludable se ha implantado en la sociedad, el consumo de frutos secos se ha incrementado notablemente. Hace unos años se creía que estos alimentos estaban llenos de grasas y calorías, y aunque esto sea verdad, lo cierto es que las grasas que contienen son muy beneficiosas para el conocido colesterol malo, están llenas de Vitamina E y aportan energía.
Entre todos los tipos de frutos secos, la almendra es, nutricionalmente hablando, uno de los más interesantes, ya que presenta un alto porcentaje de proteína, fibra, no es de los que más grasas contienen y son muy saciantes. Por estos y otros muchos motivos la demanda y producción de almendra se han disparado en la última temporada.
La almendra, un fruto histórico
Aunque hace muy poco que este alimento es tendencia, lo cierto es que, casi sin darnos cuenta, ha estado presente en muchas de las comidas más sabrosas y conocidas de nuestra cultura gastronómica. Este fruto es originario de climas cálidos y se cree que los primeros almendros florecieron en la cuenca mediterránea. Fue el pueblo Fenicio quien esparció las plantaciones por todo el litoral mediterráneo, desde la costa gaditana hasta la Península de Anatolia, pero finalmente, fueron los árabes quienes arraigaron la almendra a la dieta tradicional española. ¡Fíjate como casi todos los dulces de Navidad llevan almendras!
España, segundo productor de almendra mundial
Por detrás de Estados Unidos, nuestro país es el que mayor oferta de almendra aporta al mercado, ya sea por nuestro clima tan apropiado como por la tradición que nos avala, somos exportadores de una gran variedad de tipos de almendra, como la Marcona de Alicante, la Largueta de Cataluña, la Desmayo Rojo de Aragón o la Garriga, originaria de Murcia y muy extendida por Andalucía. Todas ellas se caracterizan por tener una cáscara dura, a diferencia de la cáscara blanda de las californianas.
La producción de almendras en España se concentra en las zonas del litoral mediterráneo: Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares, Andalucía y Aragón. Aunque esta última comunidad siempre ha sido la mayor productora, Andalucía viene pisándole los talones, y dentro de ella, Granada, Almería y Málaga concentran el 96% de las hectáreas.
Gracias a la gran demanda del mercado y al equipo agricultor de cada comunidad, se ha conseguido que en el último año España haya batido el récord en su producción de almendra, alcanzando 62.568 toneladas, según el informe inicial del sector del sector en Andalucía para la campaña 2017-2018, realizado por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural.